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AMOUR

Cuando una película te golpea la boca del estómago constantemente con pequeños golpecitos que se van acumulando hasta que tienes que explotar a la salida y romper a llorar.
Cuando sales de la sala del cine y no puedes fijar la vista en nada, y te quieres evaporar, y el mundo no parece real bajo tus pies.
Cuando te crees más fuerte que nadie y piensas: "bah, tampoco es para tanto", y de repente a la salida de la proyección te rompes en pedacitos.
Cuando pasadas varias horas del visionado aún estás en shock y sabes que una herida finita tardará un poco en cicatrizar, y te alegras por ello.
Cuando sientes tanta empatía por los personajes a pesar de la frialdad y la distancia, que es imposible que salgas bien de la sala.
Cuando un director de cine hace que escribas estas sensaciones para poder ir sanando y eso te gusta, es que tiene algo.

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Soy egoísta, soy curiosa, soy un artista, funambulista, corredor de fondo, feliz y triste a la vez. Soy un pez en una pecera, una tortuga bajo el sofá, un cuento a medio terminar. Tengo ganas de ti, me muero por tus huesos. Soy un globo inflado con la superficie brillante, a punto de estallar. Escribo en mi móvil al mismo tiempo que camino por la calle, si, y es probable que me choque contigo en cualquier momento un día de estos y que te haga daño. Soy una hoja que cae de un árbol por culpa del viento. Estoy en una esquina bajo mi paraguas verde viéndote pasar. Soy un perro apaleado, un día de verano azul, una noche de tormenta. Un camino de baldosas amarillas, tu escudo, tu lastre, tu colchón. Estoy aquí siempre, bajo la lluvia, soy una estatua de sal, un cruce de miradas.
Miedo, angustia, susto, escribir a lápiz, hacer borrón y cuenta nueva. Quererte, odiarte, sufrir hasta más allá de las nubes, hasta el más profundo de los océanos. Volar con alas de papel a ras de suelo, caer incendiada de golpe contra el frío mármol de mi habitación. Cuando sueño todo es grande y silencioso, cuando respiro a tu lado se me quiebra el corazón. Por la mañana lo recojo y lo pego;   y todo esto es tan inconexo… Palabras azules sobre mis pies, un libro amarillo que revienta en mi cama, unos dedos que se desperezan entre mis sábanas. El sol de la mañana entrando por la ventana y los gritos de los niños en la calle; y todo esto es tan salvaje… Respirar a veces duele, dormir a veces no es bueno. Unas copas de más en el balcón, la nieve cae en la nevera. Te cojo de la mano y me miras, nuestros dedos se entrelazan y se sueltan, como si fueran de goma blanda y resbaladiza. Los guisantes crecen por toda la ventana; y a mi me va a estallar la cabeza…