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Mostrando entradas de septiembre, 2011

TIEMPO

Soy una figura de cristal en medio de un mar de guisantes. Acurrucada, con las rodillas tocándome la barbilla y los ojos cerrados, noto como la brisa me trae el suave olor de los melocotones: aire tibio, aterciopelado y de color naranja. Miles de gusanos de besos recorren mi espalda, picoteándome, haciéndome cosquillas; hasta que llegan a mi nuca y anidan en mi cabeza, formando capullos de seda gris en medio de mi pelo negro. De repente un hormigueo me hace saber que están despertando; mariposas de luz se desperezan, abren sus alas y echan a volar, en una especie de zumbido suave de sabor limón. Mariposas verdes, azules, rojas, amarillas, violetas, de todos los colores se arremolinan en torno a mi cuerpo de cristal para luego elevarse hacia el cielo azul, formando un milón de destellos que ocultan el brillo del sol momentáneamente; desaparecen en medio del aire afrutado para luego traerme notas de música celestial. Claves de sol y compases llegan volando y se precipitan en el mar de
Voy a tratar de pasar desapercibida por aquí, intentando que no me pinchen las lanzas y que no me quemen las lenguas de fuego. No quiero más golpes en la frente, ni más arañazos en la cara, ni más voces en mi cabeza. Voy a intentar que todo salga bien, que si te coges de mi mano tampoco te arañen las ramas por el camino. Intentaré estabilizarme en medio de la tormenta, intentaré que no se rompan las pequeñas alas que me salieron hace poco y que aún están creciendo. Voy a caminar hacia adelante; eso si, pisando con cuidadito, el suelo es muy blando y mis alas muy pequeñas.
Todavía no sé por que rendija te colaste en mí; creía que las había sellado todas, pero me equivoqué. Apareciste un día, poco a poco: primero un brazo, luego un ojo, una pierna, un labio...y te fui recomponiendo despacito en mi interior. Aún lo hago, acabo de empezar, y no creo que llegue a terminar de darte forma nunca; esto está bien, me gusta...