Todavía no sé por que rendija te colaste en mí; creía que las había sellado todas, pero me equivoqué.
Apareciste un día, poco a poco: primero un brazo, luego un ojo, una pierna, un labio...y te fui recomponiendo despacito en mi interior.
Aún lo hago, acabo de empezar, y no creo que llegue a terminar de darte forma nunca; esto está bien, me gusta...
Apareciste un día, poco a poco: primero un brazo, luego un ojo, una pierna, un labio...y te fui recomponiendo despacito en mi interior.
Aún lo hago, acabo de empezar, y no creo que llegue a terminar de darte forma nunca; esto está bien, me gusta...
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