Se me escapa, a veces creo que podré tocarlo, pero se me
escapa. Lo busco, lo rozo con la punta de los dedos, lo huelo, así, como una
ráfaga que va y que viene. Corro tras él, quizás con demasiada insistencia, no
lo sé. Pero el caso es que siempre estoy detrás, no logro llegar, no puedo
saltar hacia adentro, él mismo me lo impide sin saberlo.
Sé que hay cosas con las que no puedo competir, siempre lo
he sabido, pero es que a veces se me hace un mundo. Otras no, es más fácil de
llevar; igual es que me olvido.
Sólo sé que no llego del todo, bueno, si, y que hoy necesito
chocolate. Cosas de la vida.
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