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Mensajes de agua

Este es un mensaje desde la sequía de un cuerpo ajado. Corrompido antaño por tus besos más ardientes.
Este es un mensaje desde el dolor más profundo que encierran tus versos.
Con el corazón destrozado en un puño y el alma como siempre atada a los pies.
Es un mensaje de auxilio desde el desierto que esconde tu sonrisa rota; allí donde el sol abrasa más que en ningún otro sitio. Desde un lugar en sombras que se llama luna llena, con la arena de la playa que no me deja avanzar y el peso del mundo sobre mis hombros dormidos.
Un mensaje que esconde muchos mensajes, que derivan en otros mensajes, para seguir haciéndose pequeñitos y terminar convertidos en espuma de mar que se tragará un pez junto con las llaves de tu casa.
Y en mi cerebro aparecerá un pájaro con alas gigantescas de color nacarado, que me elevará hacia el cielo para luego dejarme caer en el olvido de las palabras, junto con las hojas de papel que ya no se usan y los bolígrafos gastados, junto a los mensajes que nunca leerás porque no te los diré jamás. Junto a los gritos desgarrados y no pronunciados de las almas en pena con alas negras de carbón.
15-06-11

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Soy egoísta, soy curiosa, soy un artista, funambulista, corredor de fondo, feliz y triste a la vez. Soy un pez en una pecera, una tortuga bajo el sofá, un cuento a medio terminar. Tengo ganas de ti, me muero por tus huesos. Soy un globo inflado con la superficie brillante, a punto de estallar. Escribo en mi móvil al mismo tiempo que camino por la calle, si, y es probable que me choque contigo en cualquier momento un día de estos y que te haga daño. Soy una hoja que cae de un árbol por culpa del viento. Estoy en una esquina bajo mi paraguas verde viéndote pasar. Soy un perro apaleado, un día de verano azul, una noche de tormenta. Un camino de baldosas amarillas, tu escudo, tu lastre, tu colchón. Estoy aquí siempre, bajo la lluvia, soy una estatua de sal, un cruce de miradas.
Miedo, angustia, susto, escribir a lápiz, hacer borrón y cuenta nueva. Quererte, odiarte, sufrir hasta más allá de las nubes, hasta el más profundo de los océanos. Volar con alas de papel a ras de suelo, caer incendiada de golpe contra el frío mármol de mi habitación. Cuando sueño todo es grande y silencioso, cuando respiro a tu lado se me quiebra el corazón. Por la mañana lo recojo y lo pego;   y todo esto es tan inconexo… Palabras azules sobre mis pies, un libro amarillo que revienta en mi cama, unos dedos que se desperezan entre mis sábanas. El sol de la mañana entrando por la ventana y los gritos de los niños en la calle; y todo esto es tan salvaje… Respirar a veces duele, dormir a veces no es bueno. Unas copas de más en el balcón, la nieve cae en la nevera. Te cojo de la mano y me miras, nuestros dedos se entrelazan y se sueltan, como si fueran de goma blanda y resbaladiza. Los guisantes crecen por toda la ventana; y a mi me va a estallar la cabeza…